Quiero compartir con ustedes unas palabras que nos dedicó una de mis compañeras de generación, con motivo del día 14 de febrero de este año 2014, expresó el sentir de todos los compañeros que vivimos esa etapa tan bonita e inolvidable...
Hola a todos , espero les guste esto que escribí inspirándome en nosotros con motivo del 14 de febrero
Reflexiones de una exniña de la Secundaria 17 "Constitución de 1857", generación 73-75, grupos 101,201, 301.
Amigos y excompañeros de la secu 17, hoy 14 de febrero 2014, es un día con especial significado para mí, porque hace 42 años nos conocimos y hace casi 40 años nos despedimos, sabiendo que quizás nunca nos volveríamos a ver. Fuimos un puñado de 60 niños, 1/3 parte del sexo femenino, todas rompiendo el esquema de que "la mujer bonita es tonta por naturaleza".
Sesenta niños destacados, traviesos, varios tímidos en exceso, otros bastante inocentes, que coincidimos ahí por nuestra tenacidad, destreza y ganas de aprender, compartiendo día a día los espacios de los recreos, de las clases, de los descansos, de los talleres, de los deportes, la gritería cuando jugaban nuestros equipos de basketball y todos apoyábamos nuestros jugadores, las bromas a los maestros, las confidencias y quizás hasta los amores platónicos.
Durante esos tres años, algunos crecieron, transformándose en jóvenes y señoritas, otros lo hicimos tiempo después. Ahora, después de 40 años muchas cosas han pasado, varios crecieron en estatura, algunos incluso demasiado. Otros engordamos poco o mucho, otros al revés, adelgazaron, a varios nos cambió el color del cabello, o su textura, a unos se nos hizo rizado y otros de plano lo perdieron; algunos muy tímidos adquirimos una personalidad bien plantada, varios se casaron, otros nos descasamos, la mayoría nos convertimos en padres y madres, muy buenos, a pesar de que nos tocó vivir como niños golpeados, donde ignorábamos que el cinturón es solo un instrumento para evitar que los pantalones se caigan. No obstante lo anterior, debajo de las pequeñas arrugas del rostro, descubrimos y recordamos esas miradas, esos ademanes, esas voces, esas risas, que nos suenan tan familiar.
Al relatar nuestros estudios, descubrimos muchas carreras…psicólogos, politólogos, físicos, etc., pero hecho interesante varias se repiten: sociología (bonita carrera), biología (todavía más, ja, ja, perdón soy bióloga), contaduría (sin duda muy útil) y medicina (definitivamente más). Varias carreras, varias profesiones a mi me muestran … !la diversidad en la unidad!
Llegado el encuentro, surge lo inesperado, lo confortante, la alegría, las sonrisas en los labios, las anécdotas, las remembranzas, esforzamos la mente en recordar esos años, y con ello no solo nos empezamos a acordar de los distintos compañeros, maestros y prefectos, sino también de como éramos nosotros mismos, ¿cómo eran nuestros sueños?, ¿cuáles nuestras preocupaciones? entre los 12 y 14 años. El vernos nos alegra, el compartir edades nos hace sentir más jóvenes, o al menos más parejos y nos enorgullece tener lo mejor que hemos atesorado con los años.. la experiencia del vivir. De repente, descubrimos que varios somos profesores, sin duda una noble profesión, que ahora me muestran …. ¡la unidad en la diversidad!
Todo lo anterior me hace reflexionar el tremendo poder que tiene la amistad, porque al terminar la secundaria fuimos arrojados a la vida en distintas direcciones, muchos de nosotros llevados por nuestros padres a lugares lejanos de nuestra querida secundaria, y con ello quedamos dispersados como un centenar de agujas en un pajar… pero la amistad como un poderoso imán, logró volvernos a unir, con la promesa de nunca más volvernos a separar.
Este 14 de febrero nuestra amistad y alegría de habernos vuelto a encontrar, me hace entender el concepto de pertenencia, la idea de colectividad y la fuerza de la amistad, y con sinceridad les digo que ahora que los he reencontrado, valoro más esos 3 años, e incluso lamento no haber hecho amistad con vario de Uds., y créanme no fue por sangrona, sino definitivamente por mi timidez e inseguridad. También de pronto siento nostalgia por esos días lejanos donde nuestra mayor preocupación era llegar temprano a la escuela, llevar limpio el uniforme, escapar de los ataques de la "Gurrumina", estudiar y disfrutar al máximo cada minuto del día.
Con cariño les envío un hermoso corazón, este día de San Valentín
María Esther Meave del Castillo.
Reflexiones de una exniña de la Secundaria 17 "Constitución de 1857", generación 73-75, grupos 101,201, 301.
Amigos y excompañeros de la secu 17, hoy 14 de febrero 2014, es un día con especial significado para mí, porque hace 42 años nos conocimos y hace casi 40 años nos despedimos, sabiendo que quizás nunca nos volveríamos a ver. Fuimos un puñado de 60 niños, 1/3 parte del sexo femenino, todas rompiendo el esquema de que "la mujer bonita es tonta por naturaleza".
Sesenta niños destacados, traviesos, varios tímidos en exceso, otros bastante inocentes, que coincidimos ahí por nuestra tenacidad, destreza y ganas de aprender, compartiendo día a día los espacios de los recreos, de las clases, de los descansos, de los talleres, de los deportes, la gritería cuando jugaban nuestros equipos de basketball y todos apoyábamos nuestros jugadores, las bromas a los maestros, las confidencias y quizás hasta los amores platónicos.
Durante esos tres años, algunos crecieron, transformándose en jóvenes y señoritas, otros lo hicimos tiempo después. Ahora, después de 40 años muchas cosas han pasado, varios crecieron en estatura, algunos incluso demasiado. Otros engordamos poco o mucho, otros al revés, adelgazaron, a varios nos cambió el color del cabello, o su textura, a unos se nos hizo rizado y otros de plano lo perdieron; algunos muy tímidos adquirimos una personalidad bien plantada, varios se casaron, otros nos descasamos, la mayoría nos convertimos en padres y madres, muy buenos, a pesar de que nos tocó vivir como niños golpeados, donde ignorábamos que el cinturón es solo un instrumento para evitar que los pantalones se caigan. No obstante lo anterior, debajo de las pequeñas arrugas del rostro, descubrimos y recordamos esas miradas, esos ademanes, esas voces, esas risas, que nos suenan tan familiar.
Al relatar nuestros estudios, descubrimos muchas carreras…psicólogos, politólogos, físicos, etc., pero hecho interesante varias se repiten: sociología (bonita carrera), biología (todavía más, ja, ja, perdón soy bióloga), contaduría (sin duda muy útil) y medicina (definitivamente más). Varias carreras, varias profesiones a mi me muestran … !la diversidad en la unidad!
Llegado el encuentro, surge lo inesperado, lo confortante, la alegría, las sonrisas en los labios, las anécdotas, las remembranzas, esforzamos la mente en recordar esos años, y con ello no solo nos empezamos a acordar de los distintos compañeros, maestros y prefectos, sino también de como éramos nosotros mismos, ¿cómo eran nuestros sueños?, ¿cuáles nuestras preocupaciones? entre los 12 y 14 años. El vernos nos alegra, el compartir edades nos hace sentir más jóvenes, o al menos más parejos y nos enorgullece tener lo mejor que hemos atesorado con los años.. la experiencia del vivir. De repente, descubrimos que varios somos profesores, sin duda una noble profesión, que ahora me muestran …. ¡la unidad en la diversidad!
Todo lo anterior me hace reflexionar el tremendo poder que tiene la amistad, porque al terminar la secundaria fuimos arrojados a la vida en distintas direcciones, muchos de nosotros llevados por nuestros padres a lugares lejanos de nuestra querida secundaria, y con ello quedamos dispersados como un centenar de agujas en un pajar… pero la amistad como un poderoso imán, logró volvernos a unir, con la promesa de nunca más volvernos a separar.
Este 14 de febrero nuestra amistad y alegría de habernos vuelto a encontrar, me hace entender el concepto de pertenencia, la idea de colectividad y la fuerza de la amistad, y con sinceridad les digo que ahora que los he reencontrado, valoro más esos 3 años, e incluso lamento no haber hecho amistad con vario de Uds., y créanme no fue por sangrona, sino definitivamente por mi timidez e inseguridad. También de pronto siento nostalgia por esos días lejanos donde nuestra mayor preocupación era llegar temprano a la escuela, llevar limpio el uniforme, escapar de los ataques de la "Gurrumina", estudiar y disfrutar al máximo cada minuto del día.
Con cariño les envío un hermoso corazón, este día de San Valentín
María Esther Meave del Castillo.
dofoc@hotmail.com
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