junio 30, 2010
NOS ESCRIBE PEDRO ANTONIO GOMEZ Y NOS COMPARTE SU RECUERDO DE AQUEL, SU ULTIMO DIA DE CLASES:
"Pedro Antonio Gómez O. Generación 1974-77.
Grupos 103, 203 y 303. Turno Matutino.
A propósito de fechas para recordar…
Recuerdo ese miércoles 15 de junio de 1977, el último día que estuve en ‘la 17’ con todos mis compañeros juntos.
Como a casi todos nos ha pasado, cuando se acercaba el fin de cursos, los alumnos de tercer año, con cierta tristeza contábamos los días, ya no veríamos más a los amigos, a los compañeros con los que convivimos esos tres años.
Ese año me parece que hubo huelga en la Universidad, ciertos problemas de orden sindical; yo aspiraba entrar al Poli, así qué no me importaba mucho. No teníamos fecha de fin de cursos, supuestamente sería a fines de junio, pero nada definitivo.
Así que ese 15 de junio asistimos a clases de manera normal, pero no subimos a los salones y alrededor de las 8:00 a.m. la voz enérgica de la maestra Vallejo nos ordeno hacer la formación por grupos. Un discurso del que no recuerdo mucho, palabras de despedida y anuncio que ese día finalizaba el curso 1976-77.
Intempestivamente terminaba nuestra estancia en la secundaria, las muchachas sorprendidas, los compañeros más allegados nos mirábamos a los ojos, sin saber que decir (no sé porque, no fuimos muy expresivos en cuanto al afecto) algunos nos abrazamos, frases cortas, tristeza guardada. Las niñas, más expresivas, algo se decían, no recuerdo si hubo lágrimas en alguna. Comenzaron las firmas y buenos deseos escritos en el uniforme. Semanas antes teníamos la idea que algo haríamos con motivo de nuestra despedida de la escuela, tal vez en nuestro salón. No hubo tal, ni reunión final, todo fue inesperado.
En lo personal una angustia, un vacio… ¡cómo!… ¿porque así?... Recientemente había cumplido 14 años y no supe como expresar mi pesar, miraba a mis compañeros y no atinaba a decir algo, era mi último día en la secundaria 17.
Después nos vimos en días posteriores por dos motivos, la exposición de fin de cursos y la entrega de la boleta de calificaciones y el certificado. Acompañados de sus padres, algunos se fueron al cabo de un rato, otros nos quedamos un poco más. Después un apretón de manos, un 'bueno...nos vemos', una última mirada a lo lejos...
Años después caí en la cuenta de qué esas miradas entre unos y otros, ese ir y venir de este o aquel, las palabras sueltas, la sonrisa nerviosa, el toque en el hombro, eran una forma de despedirse, un adiós sin palabras, la despedida inconclusa...
Juntos vivimos la transición de la niñez a la juventud, los estudios, juegos, regaños, risas, lágrimas, peleas y esa amistad aún limpia que se ofrece en esa etapa de la vida, un tesoro que poseíamos sin saberlo.
A treinta y tres años de distancia, no me hace falta despedirme, están aquí presentes, ellos y los días inolvidables de nuestros 12, 13, 14 y 15 años…
p.anto.go@live.com.mx "
RESPUESTA DEL BLOG: Gracias por hacernos partícipes de ese gran momento Pedro Antonio.
Seguramente, algún(a) lector(a) del Blog, habrá derramado alguna que otra lágrima al leer tu relato y recordar también, su ULTIMO DIA DE CLASES en la 17.
Que triste es pensar, años después, que a esa edad y en ese tan especial "ULTIMO DIA", la gran mayoría, ya fuera por pena, por temor "al que dirán", etc. No se atrevieron a decir: "TE VOY A EXTRAÑAR" (sobre todo los hombres) y hoy día, quisieran regresar el tiempo, para reparar ese momento...¿O me equivoco?
Grupos 103, 203 y 303. Turno Matutino.
A propósito de fechas para recordar…
Recuerdo ese miércoles 15 de junio de 1977, el último día que estuve en ‘la 17’ con todos mis compañeros juntos.
Como a casi todos nos ha pasado, cuando se acercaba el fin de cursos, los alumnos de tercer año, con cierta tristeza contábamos los días, ya no veríamos más a los amigos, a los compañeros con los que convivimos esos tres años.
Ese año me parece que hubo huelga en la Universidad, ciertos problemas de orden sindical; yo aspiraba entrar al Poli, así qué no me importaba mucho. No teníamos fecha de fin de cursos, supuestamente sería a fines de junio, pero nada definitivo.
Así que ese 15 de junio asistimos a clases de manera normal, pero no subimos a los salones y alrededor de las 8:00 a.m. la voz enérgica de la maestra Vallejo nos ordeno hacer la formación por grupos. Un discurso del que no recuerdo mucho, palabras de despedida y anuncio que ese día finalizaba el curso 1976-77.
Intempestivamente terminaba nuestra estancia en la secundaria, las muchachas sorprendidas, los compañeros más allegados nos mirábamos a los ojos, sin saber que decir (no sé porque, no fuimos muy expresivos en cuanto al afecto) algunos nos abrazamos, frases cortas, tristeza guardada. Las niñas, más expresivas, algo se decían, no recuerdo si hubo lágrimas en alguna. Comenzaron las firmas y buenos deseos escritos en el uniforme. Semanas antes teníamos la idea que algo haríamos con motivo de nuestra despedida de la escuela, tal vez en nuestro salón. No hubo tal, ni reunión final, todo fue inesperado.
En lo personal una angustia, un vacio… ¡cómo!… ¿porque así?... Recientemente había cumplido 14 años y no supe como expresar mi pesar, miraba a mis compañeros y no atinaba a decir algo, era mi último día en la secundaria 17.
Después nos vimos en días posteriores por dos motivos, la exposición de fin de cursos y la entrega de la boleta de calificaciones y el certificado. Acompañados de sus padres, algunos se fueron al cabo de un rato, otros nos quedamos un poco más. Después un apretón de manos, un 'bueno...nos vemos', una última mirada a lo lejos...
Años después caí en la cuenta de qué esas miradas entre unos y otros, ese ir y venir de este o aquel, las palabras sueltas, la sonrisa nerviosa, el toque en el hombro, eran una forma de despedirse, un adiós sin palabras, la despedida inconclusa...
Juntos vivimos la transición de la niñez a la juventud, los estudios, juegos, regaños, risas, lágrimas, peleas y esa amistad aún limpia que se ofrece en esa etapa de la vida, un tesoro que poseíamos sin saberlo.
A treinta y tres años de distancia, no me hace falta despedirme, están aquí presentes, ellos y los días inolvidables de nuestros 12, 13, 14 y 15 años…
p.anto.go@live.com.mx "
RESPUESTA DEL BLOG: Gracias por hacernos partícipes de ese gran momento Pedro Antonio.
Seguramente, algún(a) lector(a) del Blog, habrá derramado alguna que otra lágrima al leer tu relato y recordar también, su ULTIMO DIA DE CLASES en la 17.
Que triste es pensar, años después, que a esa edad y en ese tan especial "ULTIMO DIA", la gran mayoría, ya fuera por pena, por temor "al que dirán", etc. No se atrevieron a decir: "TE VOY A EXTRAÑAR" (sobre todo los hombres) y hoy día, quisieran regresar el tiempo, para reparar ese momento...¿O me equivoco?
Publicado por
Blog Secundaria 17 Constituciòn de 1857
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
pedro antonio soy jesus gilberto vazquez goñi generacion 74-76 no me acuerdo de ti y creo que si estuvimos en la misma época espero que haya sido en el turno matutino, quisiera me recordaras un poco mas, mi correo goniasociados@hotmail.com
Publicar un comentario